viernes, 1 de enero de 2016

Alegría por el que se va, expectativa por el que viene...



Sin duda, el 2015 ha sido un buen año en lo que respecta a la actividad cultural, no solo para nuestro máximo coliseo, sino también para la mayoría de las salas que, año tras año, abren sus puertas para captar una gran cantidad de personas ávidas de darse el impagable placer de poder deleitarse con un poco de buena música.

Vista de la fachada del recientemente inaugurado Centro Cultural Kirchner (CCK). Fuente: Perfil

Quizás la mayor de las novedades provino de la apertura del Centro Cultural “Kirchner”. La apertura, anunciada con bombos y platillos contó con la participación de Luis Bacalov, Eduardo Hubert, y una impecable  Martha Argerich; quienes se lucieron en la sala denominada “Ballena Azul”. Días después, personalmente fui a comprobar la acústica de la sala, de la cual quede notablemente sorprendido. No es menor, el hecho de que esta sala servirá de ahora en más como sede permanente para la Orquesta Sinfónica Nacional; una deuda que el estado mantenía pendiente desde su fundación.  Desde ese momento inaugural, es que el CCK se ha instalado como un nuevo icono de la cultura local, ofreciendo una gran cantidad de festivales, conciertos, clases magistrales, y muestras permanentes en cada uno de sus diferentes salones. Ojalá este año solo haya sido el primer paso de un gran camino en nuestro país.


La sala de concierto "Ballena Azul" cuenta con capacidad para 1750 personas, y posee uno de los mayores organos de todo America Latina, el Kleis opus 1912.

Otra de las novedades del año fue el desembarco de Darío Lopérfido a la dirección del Teatro Colón.Esta nueva gestión, vino acompañada de vientos de cambios con respecto a lo que ya había sido programado por la gestión anterior. Entre los grandes aciertos de Loperfido estuvieron el reemplazo de Katharina Wagner y Roberto Paternostro, por Marcelo Lombardero y Alejo Pérez en la dirección de “Parsifal”, marcando así una clara apuesta y una revalorización de la industria nacional. Pero también hubo otras novedades no menores como la creación de un sistema de streaming para algunas funciones (lo cual ayudo a acercar la programación del teatro no solo a todo el país, sino también al mundo), como así también la posibilidad de asistir a los ensayos generales de gran cantidad de funciones de manera totalmente gratuita.

Dario Lopérfido, Director Artistico del Teatro Colón. Fuente: La Nación.


Nuevamente, al igual que en el 2014, pero quizás con un poco menos entusiasmo se vivió el “Festival de Música y Reflexión” de la mano de Daniel Barenboim, Martha Argerich, y la mundialmente reconocida West-Eastern Divan Orchestra, los cuales trajeron de manera renovada un mensaje de paz que alcanza el mundo entero. Entre las novedades estuvieron el estreno argentino de “Sur Incises” del francés Pierre Boulez, y “Pelleas und Melisande” de Arnold Schönberg. Es claro que, año tras año, se mantiene una línea sobre la cual prima la idea de traer como parte del repertorio obras nuevas para estas latitudes, y por sobretodo musicalmente complejas. Entre las actividades realizadas en el marco del festival, destaco el hermoso gesto de la WEDO en realizar una función gratuita para alumnos de escuelas públicas de la CABA, brindando una oportunidad única para que los más chicos puedan acercarse no solo al Teatro sino al arte musical.


Argerich, Barenboim, y la WEDO, los tres grandes protagonistas del Festival de Música y Reflexión del 2015. Credito: DyN

Tanto los conciertos de la OFBA, como así también las distintas funciones de Ballet y Opera que presencie se dieron en un marco de rigurosa exigencia musical y artística. La OFBA en particular, comenzó el año con una maratónica interpretación del ciclo de las 9 sinfonías de L. v. Beethoven, que transcurrió a lo largo de una semana. Por parte del Ballet no deja de sorprender año tras año la convocatoria que sigue generando “El Lago de los Cisnes” de Tchaikovsky, el cual a pesar de las numerosas funciones que se sucedieron no dejaron de cosechar un éxito rotundo. No menos interesante, fue la Gala Internacional, la cual núcleo a las grandes figuras de los más renombrados cuerpos estables del mundo entero.

Edgardo Trabalón y Karina Olmedo, en "El Lago de los Cisnes". Foto: Maximo Parpagnoli

Dentro de las representaciones operísticas quiero mencionar la gran puesta de “Don Carlo”, a cargo de Eugenio Zanetti, la cual dentro de un marco más bien tradicional, presentó una escenografía y un vestuario colosal. Pero sin duda, casi todas las operas de la temporada quedaron eclipsadas frente al lo que fue el plato fuerte del año. No hablo de otra cosa que de “Parsifal” a cargo de la dupla Lombardero-Pérez, que llegó sobre el final del año para cerrar la temporada. La puesta de Lombardero apunto a resignificar el festival sacro wagneriano en un marco apocalíptico de posguerra, lo cual genero una importante resistencia en algunos seguidores del gran maestro de Bayreuth. A pesar de esto último, existe una realidad que sin duda es totalmente innegable, y es que la puesta de Lombardero resulta una puesta descomunal frente a lo que fue la basofia del Colón-Ring (la cual fue la última apuesta wagneriana en el Teatro).


"Don Carlo", de G. Verdi. Teatro Colòn, 2015. Foto: Maximo Parpagnoli.



"Parsifal" de R. Wagner, a cargo de la dupla Lombardero-Perez. Foto: Maximo Paragnoli.


Por fuera del Colón, quiero felicitar la increíble labor llevada a cabo por parte del ya histórico “Ciclo de Grandes Conciertos” de la Fac. de Derecho de la UBA, que semana tras semana, ha ofrecido un espacio valorable para la promoción de una inmensa cantidad de agrupaciones de cámara y sinfónicas, de todas las edades, y hasta internacionales. Quizás no hace falta aclararlo, pero todas las actividades han sido completamente GRATUITAS. En algunas funciones, especialmente aquellas en las que participaron orquesta juveniles fue un enorme placer el poder apreciar el Salón de Actos con una ocupación casi total. 

A pesar de las idas y venidas, el Teatro Argentino de La Plata sigue sin poder llevar  su programación a término. La cancelación de “La Bohème la cual estaba programada como cierre de la temporada operística de la gran sala platense, volvió a dejar un gusto amargo en la boca de muchos que esperaban la llegada del título con entusiasmo. Para suplir dicha falta, el teatro organizó dos Galas Liricas gratuitas que contaron con diversas arias, intermezzos y fragmentos de las óperas más conocidas. 

Ojalá el 2016 nos encuentre en un panorama todavía mucho mejor para la Música Clásica. Este ha sido un año de grandes espectáculos, pero aún así quedan muchas cosas por hacer, y muchos reclamos por atender. No debo ser el único que ya se encuentra expectante por todo lo que nos depara el 2016 musicalmente. Mis mayor deseo es que este nos encuentre plenos de amor, gozando de buena salud, e inmersos en esta maravillosa música.



¡FELIZ 2016!

No hay comentarios:

Publicar un comentario