Sin duda, el 2015 ha sido un buen año en lo que
respecta a la actividad cultural, no solo para nuestro máximo coliseo, sino
también para la mayoría de las salas que, año tras año, abren sus puertas para
captar una gran cantidad de personas ávidas de darse el impagable placer de
poder deleitarse con un poco de buena música.
Vista de la fachada del recientemente inaugurado Centro Cultural Kirchner (CCK). Fuente: Perfil |
Quizás la mayor de las novedades provino de la apertura del Centro Cultural “Kirchner”. La
apertura, anunciada con bombos y platillos contó con la participación de Luis Bacalov, Eduardo Hubert, y una impecable Martha
Argerich; quienes se lucieron en la sala denominada “Ballena Azul”. Días después, personalmente fui a comprobar la
acústica de la sala, de la cual quede notablemente sorprendido. No es menor, el
hecho de que esta sala servirá de ahora en más como sede permanente para la Orquesta Sinfónica Nacional; una deuda
que el estado mantenía pendiente desde su fundación. Desde ese momento inaugural, es que el CCK se
ha instalado como un nuevo icono de la cultura local, ofreciendo una gran
cantidad de festivales, conciertos, clases magistrales, y muestras permanentes
en cada uno de sus diferentes salones. Ojalá este año solo haya sido el primer
paso de un gran camino en nuestro país.
La sala de concierto "Ballena Azul" cuenta con capacidad para 1750 personas, y posee uno de los mayores organos de todo America Latina, el Kleis opus 1912. |
Otra de las novedades del año fue el desembarco de Darío Lopérfido a la dirección del
Teatro Colón.Esta nueva gestión, vino acompañada de vientos de cambios con
respecto a lo que ya había sido programado por la gestión anterior. Entre los
grandes aciertos de Loperfido estuvieron el reemplazo de Katharina Wagner y Roberto
Paternostro, por Marcelo Lombardero
y Alejo Pérez en la dirección de “Parsifal”, marcando así una clara
apuesta y una revalorización de la industria nacional. Pero también hubo otras
novedades no menores como la creación de un sistema de streaming para algunas
funciones (lo cual ayudo a acercar la programación del teatro no solo a todo el
país, sino también al mundo), como así también la posibilidad de asistir a los
ensayos generales de gran cantidad de funciones de manera totalmente gratuita.
Dario Lopérfido, Director Artistico del Teatro Colón. Fuente: La Nación. |
Argerich, Barenboim, y la WEDO, los tres grandes protagonistas del Festival de Música y Reflexión del 2015. Credito: DyN |
Tanto los conciertos de la OFBA, como así también las distintas funciones de Ballet y Opera que presencie se dieron en un marco de rigurosa exigencia
musical y artística. La OFBA en
particular, comenzó el año con una maratónica interpretación del ciclo de las 9
sinfonías de L. v. Beethoven, que transcurrió a lo largo de una semana. Por
parte del Ballet no deja de sorprender año tras año la convocatoria que sigue
generando “El Lago de los Cisnes” de
Tchaikovsky, el cual a pesar de las numerosas funciones que se sucedieron no
dejaron de cosechar un éxito rotundo. No menos interesante, fue la Gala Internacional, la cual núcleo a
las grandes figuras de los más renombrados cuerpos estables del mundo entero.
Edgardo Trabalón y Karina Olmedo, en "El Lago de los Cisnes". Foto: Maximo Parpagnoli |
Dentro de las representaciones operísticas quiero mencionar
la gran puesta de “Don Carlo”, a
cargo de Eugenio Zanetti, la cual
dentro de un marco más bien tradicional, presentó una escenografía y un
vestuario colosal. Pero sin duda, casi todas las operas de la temporada
quedaron eclipsadas frente al lo que fue el plato fuerte del año. No hablo de
otra cosa que de “Parsifal” a
cargo de la dupla Lombardero-Pérez,
que llegó sobre el final del año para cerrar la temporada. La puesta de
Lombardero apunto a resignificar el festival sacro wagneriano en un marco
apocalíptico de posguerra, lo cual genero una importante resistencia en algunos
seguidores del gran maestro de Bayreuth. A pesar de esto último, existe una
realidad que sin duda es totalmente innegable, y es que la puesta de Lombardero
resulta una puesta descomunal frente a lo que fue la basofia del Colón-Ring (la cual fue la última
apuesta wagneriana en el Teatro).
"Don Carlo", de G. Verdi. Teatro Colòn, 2015. Foto: Maximo Parpagnoli. |
"Parsifal" de R. Wagner, a cargo de la dupla Lombardero-Perez. Foto: Maximo Paragnoli. |
Por fuera del Colón, quiero felicitar la increíble labor
llevada a cabo por parte del ya histórico “Ciclo
de Grandes Conciertos” de la Fac. de
Derecho de la UBA, que semana
tras semana, ha ofrecido un espacio valorable para la promoción de una inmensa
cantidad de agrupaciones de cámara y sinfónicas, de todas las edades, y hasta
internacionales. Quizás no hace falta aclararlo, pero todas las actividades han
sido completamente GRATUITAS. En algunas funciones, especialmente aquellas en
las que participaron orquesta juveniles fue un enorme placer el poder apreciar
el Salón de Actos con una ocupación casi total.
A pesar de las idas y venidas, el Teatro Argentino de La Plata sigue sin poder llevar su programación a término. La cancelación de “La Bohème” la cual estaba programada como cierre de la
temporada operística de la gran sala platense, volvió a dejar un gusto amargo
en la boca de muchos que esperaban la llegada del título con entusiasmo. Para
suplir dicha falta, el teatro organizó dos Galas
Liricas gratuitas que contaron con diversas arias, intermezzos y fragmentos
de las óperas más conocidas.
Ojalá el 2016 nos encuentre en un panorama todavía mucho
mejor para la Música Clásica. Este ha sido un año de grandes espectáculos, pero
aún así quedan muchas cosas por hacer, y muchos reclamos por atender. No debo
ser el único que ya se encuentra expectante por todo lo que nos depara el 2016
musicalmente. Mis mayor deseo es que
este nos encuentre plenos de amor, gozando de buena salud, e inmersos en esta
maravillosa música.
¡FELIZ 2016!
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