En los últimos días, un hecho ocurrido en el balneario argentino Santa Teresita,
cobró una notoria repercusión la cual ha trascendido incluso las fronteras de
nuestro país. Muchos de ustedes quizás ya estén al tanto de la situación, caso
contrario, haciendo click aqui pueden leer en detalle lo sucedido.
Al ver las imágenes no puedo sentir más que preocupación frente
al profundo nivel de ignorancia alcanzado por el cumulo de personas
involucradas en este hecho, como así también, un verdadero desprecio por
aquellos a los que no les importo cargarse la vida de un animal indefenso con
el simple hecho de tomarse una fotografía.
El delfìn en manos un hombre, que sonrisa de por medio se los ofrece como juguete a una gran cantidad de niños . |
La sociedad actual, en particular la involucrada en
hechos como éste, ha alcanzado un nivel cumbre de estupidización y vaciamiento mental,
al punto de que cuesta creer cómo es posible que una persona pueda desempeñarse
en la vida naturalmente con una cantidad de sentido común tan, pero TAN baja.
Por supuesto, que esto no se trata de una cuestión meramente educativa, puesto
que no hay que tener ningún doctorado para darse cuenta de que cualquier animal
que vive en el océano, no puede hacerlo sobre la tierra.
Pero nada de eso importo. No importa si lo que se murió
es un delfín, particularmente una especie vulnerable como es el caso de la
especie Franciscana. Lo que importó es tener la “selfie”, lo que importó es
tener la mejor foto para poner en Instagram, lo que importó es mostrarle al
mundo hasta donde se puede ser capaz de llegar con tal de tener más “Me gusta”
en una foto. Así, la muerte del animal cobra una finalidad meramente recreativa
y se convierte en un objeto inanimado ante la mirada de decenas de niños que
observan con entusiasmo el grotesco acontecimiento. Su muerte – totalmente
inútil – se convierte en un medio para alcanzar un fin.
La presencia de niños, termina por convertir la situación
en algo repulsivo, donde el futuro de la sociedad, los más pequeños, observan
casi con admiración el asesinato encubierto de un animal por cuya vida no se
tiene el más mínimo respeto.
Queda en claro que este hecho, aberrante, se convierte en
un síntoma de una sociedad enferma, pero por sobretodo, falto de toda
consideración y asidero mental. Porque, hay algo que tenemos que tener en
claro, uno puede ser un idiota mental, pero eso no te da derecho a quitarle la
vida a nada ni nadie, mucho menos a un animal que no puede defenderse por sus
propios medios.
Afortunadamente, infamias como esta, son cada vez mas repudiados
en la actualidad. Para alegría de aquellos que creemos que hay que ser un
verdadero idiota para hacer algo asi, existió una contra reacción que condenó
esta forma de accionar y puso en duda hasta que punto podemos llegar con tal
de obtener una selfie, o bien una foto para Instagram
Además de la increible viralización que tuvo este acontecimiento en la red, los medios del mundo entero se hicieron eco del mismo. Esta es la imagen que le damos al mundo acerca de nosotros mismos:
Antes de concluir esta entrada, quisiera despedirme con
un video que muestra la realidad actual, y como se es posible pensarla desde una
perspectiva diferente:
Finalmente, repito el deseo del mas profundo repudio, e
insto a todos a reflexionar sobre hechos como este, donde el accionar de un
estúpido, solo sirve para demostrarnos una vez más hacia donde vamos y porque.
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